No castigamos al bipartidismo, catigamos a la izquierda



Reconozco que de política sé más bien poco, también que mis inclinaciones ideológicas vienen determinadas por la educación que he recibido en casa, fuera de ella y por mis vivencias personales (como le ocurre al resto de la gente, supongo), y que los extremismos, sean del tipo que sean, no van conmigo, (siempre he pensado que no hay extremos buenos, defiendan estos la causa que defiendan), pero aún así, quiero exponer mi opinión.

En estos días en los que la política ha estado muy presente en los medios de comunicación, sobre todo ayer, cuando esperábamos ansiosos los resultados de las europeas (excepto en TVE, donde misteriosamente prefirieron centrarse en la celebración del Real Madrid en Cibeles), me ha vuelto a la cabeza un pensamiento que me aborda siempre que hay votaciones.

Veo que la gente quiere castigar al bipartidismo (cosa que no me parece mal; si ya se ha visto que ni los unos ni los otros lo saben hacer, ¿para qué seguir votándoles?), pero la única “solución” que se nos ocurre es fundar un montón de nuevos partidos con ideología de izquierdas que, más que solventar algo, lo que hacen es agravar el problema.

¿Por qué? Pues porque el voto de izquierdas se descompone en cientos de fuerzas políticas que pintan poco por su reducido tamaño, y el de la eterna derecha se mantiene más o menos estable representado una y otra vez por el mismo partido.

Así, continúa siendo indiferente a quién votemos, porque existe un partido que permanece inamovible y vencedor. Al que más que castigar, beneficiamos.

Tal vez, en lugar de formarse nuevos partidos de izquierdas, la solución habría de pasar por que se formasen nuevos partidos de derechas que reflejasen la realidad de los votantes.

Me cuesta mucho creer que todo aquel que deposita un voto a favor de la derecha se sienta plenamente identificado con ella.

Un solo partido derechas no tiene la capacidad para representar las opiniones y cubrir las necesidades de todos aquellos que les votan hoy día.

Pongo unos ejemplos tontos: ¿acaso no hay ateos de derechas? ¿No existen homosexuales e inmigrantes que consideren acertadas sus políticas económicas?

Si eres de izquierdas te puedes permitir el lujo de disfrutar de un amplio abanico de posibilidades. Si eres de derechas tienes o blanco (La derecha) o negro (extrema derecha). Nada más. Entonces, ¿qué haces? ¿Traicionar tus convicciones? No. Optar por la única opción posible.

Quizás me equivoque, pero no habrá cambio hasta que los votantes de derechas no puedan disfrutar de más opciones.

Ergo, siempre ganarán los mismos.

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